Adeline Virginia Woolf (Stephen), escribió obras que reflejan la vida
íntima del humano, con interés simultáneo en lo natural y externo;
defendió igualmente las causas de la mujer en una época difícil para
ellas. Cultivó la novela y fue crítica y ensayista brillante.
Nació en Londres, Inglaterra dentro de una familia de clase media
alta, habiendo sido su padre un crítico literario muy conocido y editor
de un diccionario. Recibió la educación inicial en su casa y tuvo la
oportunidad de estar a cargo de la biblioteca de su padre lo cual le
permitió, a base de lecturas personales, el alcanzar una educación
superior que su sexo le negó en las universidades de su tiempo.
A los 9 años de edad fundó un periódico: The Hyde Park Gate News en
el cual relató las experiencias vividas por su familia y sus amistades
entre los cuales se contaron: Ralph Waldo Emerson, James Russell Lowell
y Henry James. Los veranos pasados en Cornwall dejaron profunda
impresión en ella y esto se reflejó en su obra.
Su creación recibió la influencia de Proust y se caracterizó por la
innovación en su técnica, el análisis, el monólogo interior, el uso del
subconsciente y su realismo.
La escritora al morir su padre en 1904 se radicó en el barrio de
Bloomsbury donde se convirtió en el centro del grupo intelectual del
mismo nombre, del cual formaron parte entre otros: John Maynard Keynes,
E. M. Forster, T. S. Elliot y Bertrand Russell.
La escritora se casó en 1912 con el crítico Leonard Woolf.
Entre sus obras: El cuarto de Jacobo (describe la relación entre el
tiempo físico y el de la conciencia), La señora Dalloway, Orlando, Flush,
Los años, Una casa hechizada y otros cuentos, Diario de su vida, Viaje
de ida, Noche y día, Al faro, El lector común, Una habitación propia
(defiende las causas femeninas, relata cómo la autora fue rechazada de
una biblioteca universitaria, a causa de su sexo), Las olas (mediante el
flujo de la conciencia analiza la vida de seis personajes).
Virginia Woolf sufrió de depresiones mentales desde su juventud y en
1941 afectada por la Segunda Guerra Mundial entre otras cosas, se
suicidó arrojándose en el río Ouse en Sussex, Inglaterra; contaba con 59
años de edad.
PENSAMIENTOS DE VIRGINIA WOOLF:
La vida. es un halo luminoso, una envoltura semitransparente que nos
envuelve desde que tenemos una conciencia hasta el final. (Ficción
Moderna).
Cada uno tenía su pasado encerrado dentro de sí mismo, como las hojas
de un libro aprendido por ellos de memoria; y sus amigos podían sólo
leer el título. (El cuarto de Jacobo).
No son las catástrofes, los asesinatos, las muertes, las enfermedades
las que nos envejecen y nos matan; es la manera como los demás miran y
ríen y suben las escalinatas del bus (El cuarto de Jacobo).
Creo que todas las novelas tratan del carácter y que es para expresar
el carácter, no el sueño de doctrinas, el cantar canciones o el celebrar
las glorias del Imperio Británico que la forma de la novela, tan rica,
elástica y viva, va evolucionando. (Mr Bennett and Ms. Brown).
La vida misma, cada momento de ella, cada gota de ella, aquí en este
instante, ahora, en el Sol, en Regent's Park, fue suficiente, de hecho,
demasiado. (La señora Dalloway).
Es vano y una tontería el hablar de conocer el Griego. (El lector
común).
Un buen ensayo debe tener esta cualidad permanente; debe bajar su
cortina alrededor nuestro, pero debe ser una cortina que nos encierra
dentro, no fuera. (El lector común).
Nos produce náusea la vista de personalidades triviales que se
descomponen en la eternidad de lo impreso. (El lector común).
Middlemarch, el libro magnífico, el cual con todas sus
imperfecciones, es una de las pocas novelas inglesas para gente madura.
(El lector común).
Uno no puede pensar bien, amar bien, dormir bien, si no ha comido
bien. (Una habitación propia).
Una mujer debe tener dinero y una habitación propia si desea escribir
ficción. (Una habitación propia).
Las mujeres han vivido todos estos siglos como esposas, con el poder
mágico y delicioso de reflejar la figura del hombre, el doble de su
tamaño natural. (Una habitación).
Yo me aventuraría a pensar el que Anon (anónimo), quien escribiera
tantos poemas sin firmarlos, fue a menudo una mujer. (Una habitación).
Es obvio el que los valores de las mujeres difieren con frecuencia de
los valores creados por el otro sexo y sin embargo son los valores
masculinos los que predominan (Una habitación).
Porque todas las comidas se han cocinado, los platos y las tazas
lavado; los niños enviados a la escuela y arrojados al mundo. Nada queda
de todo ello; todo desaparece. Ninguna biografía, ni historia, tiene una
palabra que decir acerca de ello. (Una habitación.)
Sí, siempre mantened los clásicos a la mano para prevenir la caída.
(Diario).